El catalán ha dirigido a España en toda la fase de clasificación para la Euro 2020 salvo el primer partido contra Noruega, en el que se ganó por 2-1. A partir de ahí la trayectoria ha sido igual de impecable que en el inicio con Luis Enrique Martínez.
Que el asturiano tenía todo el derecho a volver es indiscutible, pero en junio al ser nombrado Robert lo que se dijo es que la etapa de Luis Enrique con España había terminado y que empezaba una nueva con Moreno.
Pasó el verano y Luis Enrique habló con Robert y le dijo que quería volver. Moreno, seguramente asustado, se lo transmitió a Luis Rubiales en busca de cariño, pero lo que hizo el presidente de la Federación fue a llamar a Lucho y abrirle de nuevo la puerta de la Selección a la espera de que Moreno, como había dicho, diera un paso al lado.
Robert, que se había creído que era el seleccionador oficial y definitivo, no entiende que ahora no le dejen ir a una Eurocopa donde ya se veía.
Luis Enrique con lo que está molesto es con su ayudante, por cuestiones personales y profesionales que no le han gustado, además de verlo tan seguro en su puesto y con tan pocas ganas de dejarlo, que ya no lo quiere en la Selección.
En resumen, a Robert Moreno ni le había quedado claro su papel de interino, ni se esperaba la vuelta de Luis Enrique.