
Vettel, tetracampeón del mundo, se retiró, también con problemas mecánicos como Hamilton, pero si el Red Bull de su compañero Ricciardo fue casi perfecto, el del alemán será un misil en breve.
Todo malas noticias para Alonso, que quinto o cuarto por la descalificación de Ricciardo, nada cambia. Y el problema no es el asturiano, porque el otro Ferrari, el de Raikkonen terminó séptimo y también a años luz de Rosberg.
Y si los McLaren-Mercedes de Magnussen y Button, segundo y tercero, también han pasado por encima de Ferrari, la pregunta es obvia ¿cómo puede ser que la mítica escudería italiana no sea capaz de darle un coche competitivo a sus pilotos? La respuesta no existe.
Sólo queda esperar un milagro y ser igual de positivos que Alonso, porque, visto lo visto en Melbourne, el mejor botín posible son los doce puntos que ha sumado.