Hasta ahora Mourinho ha estado rodeado de un ambiente adulador, desde la grada, el periodismo, la directiva e incluso el vestuario. Todo eso ha empezado a romperse, como era de esperar, con sólo un par de tropiezos. Él mismo con su actitud ha abierto la espita, salió el gas, y la cerilla estaba lista para encenderse en cualquier parte, fuera el campo del Levante o el del Racing.
Seguramente Mou, que es un hombre muy inteligente, ya contaba con que en cuanto sonara la música de la derrota iba a empezar el baile de críticas, desde la afición, la prensa, parte de sus jugadores y también de la junta que preside Florentino Pérez. El presidente blanco, que también de esto sabe un rato, ya bajó a darle su apoyo en Santander, consciente de que si deja solo a su entrenador se lo van a matar, por mucho Mourinho que sea.
Para alguno esto que leen sonará a oportunista, pero en este mismo blog, en entradas anteriores, y otros foros, ya lo había anticipado, los que más han peloteado a Mourinho hasta ahora, en todos los ámbitos, son los que más le van a dar. Lo de estos días es únicamente la punta del iceberg.
