Pero ahí estaba Andrés Iniesta, a cuatro minutos para el final de la prórroga ante Holanda, para llevarnos a la gloria y convertir en eterno a su amigo Dani Jarque, fallecido un año antes. Histórica su dedicatoria al capitán del Espanyol.
¿Y ahora qué? Bueno, hasta 2014 luciremos la estrella de campeones, pero creo que va a haber más. Igual que antes era pesimista ahora creo que se ha abierto la veda y que vamos a ganar más mundiales. A ver si puede ser con Vicente del Bosque dentro de tres años en Brasil .

