Desde mi punto de vista ahí Mourinho empezó a perder el partido de ida, que pese al 0-2, no significa que los azulgrana ya estén en la final. Guardiola aprovechó su desliz. El entrenador blanco le puso la muleta y Pep embistió, sacó su peor cara con lo del puto amo, pero logró motivar a los suyos, y a todo el barcelonismo, en la víspera del partido más importante de la temporada.
Otro detalle importante para Pep era dejar claro que conocía muy bien a Mou, de su etapa en el Barça. Algo así como que tú eres muy listo, pero yo no soy tonto, como dicen los de Media Markt, y el mensaje también llegó a su destino.Luego a la hora de la verdad el 0-0 que parecía valerle a ambos se convirtió en un fácil triunfo del Barcelona tras la expulsión de Pepe y la aparición del mejor jugador del mundo, Leo Messi.







