No aguanto más. Llevo con la idea desde mayo, desde que
Erling Braut Haaland hizo
nueve goles en un partido, nueve de los doce que
Noruega le marcó a Honduras en el Mundial sub-20. Tenía el chaval 18 años. Me pareció increíble, la hazaña y el corte de jugador que vi.

Luego se salió en el
Salzburgo con ocho goles en la
Champions en seis partidos. Lo ficha por 20 millones el
Borussia Dortmund y en cinco partidos en la
Bundesliga ya lleva ocho dianas. Regresa la Liga de Campeones y otros dos tantos al
PSG para acercar a los germanos a los cuartos de final. Lo nunca visto. Un nivel goleador, con 19 años, que ni
Leo Messi, ni
Cristiano, ni nadie. Haaland es de esos jugadores que salen uno o dos cada quince o veinte años.

Cómo es posible que el
Barcelona no vaya a por él cuando necesita urgentemente un goleador que suceda a Luis Suárez y estaba dispuesto a pagar
200 millones por repescar a
Neymar. Que se los guarden y fichen al noruego, que es el futbolista del futuro.
Tampoco entiendo al
Real Madrid, otro con 200 millones en el banco para invertirlos en
Mbappé. Que sí, que igual los vale, pero
Haaland también. Además en el caso de los blancos ya casi se han gastado esa cantidad al calor de tres brasileños,
Vinícius, Rodrygo y Reinier, cuando el gol viene del frío noruego y se llama:
¡Erling Haaland!

No lo dejen para mañana que ya será tarde. Paguen lo que les pida el
Borussia Dortmund, el padre del jugador y Mino Raiola, el representante de la criatura. Este tío es el 9 que estaba esperando el mundo del fútbol, el que va a competir con
Messi o
Ronaldo por los récords de goles. Y es que Haaland combina un físico espectacular, mide 1,94, con una velocidad digna de
Usain Bolt, a lo que se une lo más importante del fútbol, que lleva el gol en la sangre.
Neymar o Mbappé es probable que ganen el Balón de Oro...
Haaland lo va a conseguir, seguro. Tiempo al tiempo.